Aunque los coches eléctricos son una realidad en nuestras carreteras, los usuarios siguen demostrando curiosidad acerca de algunas cuestiones que rodean a la movilidad eléctrica como el precio de los coches, los diseños que encontraremos en el futuro y el momento en el que saldrá más rentable comprar un vehículo de este tipo.
Esta cuestión tiene un gran peso en la decisión de comprar un coche eléctrico. En la última encuesta realizada por el portal movilidadelectrica.com entre sus lectores, se encontró que el 77,3% cree que el precio es el principal freno a la compra de un coche eléctrico.
El consumidor español es especialmente sensible al precio de los coches y tiene muy en cuenta las ayudas y las rebajas, por lo que estas medidas pueden ser muy eficaces para el impulso a la movilidad eléctrica. Del mismo modo, otras medidas como la eliminación del IVA a los coches eléctricos pueden ser realmente eficaces. En Noruega, esta decisión logró equiparar en 2019 el precio de los eléctricos a los de combustión, aumentando las ventas de estos vehículos en un 50% en marzo de ese mismo año.
A lo que vamos. Según un informe de BloombergNEF, el precio de los coches eléctricos estará por debajo del precio de los coches de combustión en 2027. El motivo de este abaratamiento se deberá, sobre todo, a la reducción del precio de las baterías. El informe señala que las baterías podrían ser un 58% más baratas en 2030.
A medida que avancen las tecnologías de baterías y de recarga, encontraremos coches eléctricos con autonomías comparables a las de los vehículos de combustión y tiempos de recarga mucho más reducidos.
No conocemos el futuro, pero si podemos hablar del presente y, actualmente, existen algunos factores que están poniendo freno a la movilidad eléctrica. Una de ellas es el aumento del precio del litio, que creció en un 300% en 2021 según Bench Mark Mineral Intelligence. Imprescindible en las baterías de los vehículos eléctricos, el litio es un mineral escaso que está provocando escaladas en los precios de los vehículos eléctricos.
Otro de los problemas que se encuentra la electrificación es la escasez de microchips. La crisis que azotó con fuerza al sector en 2021 continúa y, aunque la mayoría de analistas coinciden en que se están dando mejoras al respecto, el desequilibrio podría no solucionarse hasta 2023.
Según un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de enero de este año, la compra de un coche eléctrico eléctrico es rentable desde el momento en el que alcanzamos los 100.000 kilómetros.
La organización calcula en su informe que, al recargar el coche eléctrico por la noche con tarifa PVPC, el precio de los 100 km es de 2,66 euros, una cifra muy inferior a la que se paga hoy en día por recorrer la misma distancia con gasolina o diésel. Hay que tener en cuenta que este precio es el de recargar el coche en casa, ya que los precios de las redes de recarga públicos son más elevados.
En muchos casos, el coste operativo del coche de combustión (gastos de carburante, mantenimiento e impuestos) resulta igual o mayor que el precio de compra a los cinco años de uso. Por contra, debido a que los gastos de energía, mantenimiento e impuestos correspondientes son inferiores, el coche eléctrico se convierte en el más económico con el paso del tiempo.
De heco, algunas marcas, como Audi, afirman que sus coches eléctricos serán igual de rentables que sus homólogos de combustión a mitad de esta década.
Con todos los datos sobre la mesa y viendo los estratosféricos precios que el combustible está marcando en 2022, la idea de que un coche eléctrico es más rentable se refuerza de forma significativa, todo ello sin contar con que un vehículo de este tipo no produce emisiones contaminantes.
The Platform for Electromobility (Plataforma para la electromovilidad) presentó en enero los resultados de la mayor encuesta sobre percepción de vehículos eléctricos llevada a cabo hasta el momento. No en vano, el informe analiza las respuestas facilitadas por 14.000 usuarios en en 7 países que cubren el 80% de las matriculaciones de vehículos nuevos en Europa.
El informe señala que se ha producido un profundo cambio en las preferencias de los consumidores, ya que más de dos tercios de los encuestados afirman que ya poseen o han pensado en comprar un coche eléctrico.
Parte de esta variación en las preferencias de los consumidores tiene que ver con dos factores. En primer lugar, la expectativa de que los coches eléctricos se equipararán a los de combustión a lo largo de esta década. La segunda razón es la imposición de zonas de bajas emisiones en las grandes ciudades europeas, que prohíben la circulación de gran parte de los coches de gasolina y diésel.
Además, a falta de aprobación por parte del Parlamento Europeo, la venta de coches diésel y gasolina en la Unión Europea estará prohibida a partir de 2035, una medida que sin duda dará un fuerte espaldarazo a la electrificación del transporte.
Fuente: Movilidad Eléctrica.